Valoran las instituciones la formación de sus empleados?
Una de mis actividades profesionales es la formación . Y algo que trato de inculcar a mis alumnos es la formación continua.
Alegando que, aunque no exenta de sacrificios, estos serán recompensados tanto a nivel profesional como personal.
Craso error?.
He comprobado que por parte de algunas Instituciones, la formación queda relegada a un lugar muy inferior a la que se debiera, e incluso no se tiene en cuenta, en beneficio de algunas otras cuestiones que pueden tener una importancia primordial pero a mi entender no adaptada su valoración a su tiempo.
Me deja anonadado, que son encima algunas de las que se les llena la boca promulgando que la formación en el trabajo es uno de sus pilares primordiales.
Mi tristeza es que a esas personas vengan de donde vengan, busquen su primer empleo , hallan perdido el suyo, o quieran mejorarlo, sean mujeres o hombres, no deben ser engañados de esta forma tan cruel después del esfuerzo titánico que supone continuar con la formación de alguno de ellos por estar trabajando ,conciliación familiar etc.
Por ello, quisiera la opinión de los que de alguna manera están involucrados tanto en el tema de la formación, como en aspectos profesionales.
Saludos
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8 de agosto de 2024
Estimado Tracelco,
Agradecemos que se haya puesto en contacto con nuestra institución, y nos gustaría indicarle, en primer lugar, que compartimos su valoración a favor de la formación continua. El Gobierno Vasco lleva años haciendo una clara apuesta por la formación activa de su personal. Para ello contamos con un servicio dentro del Instituto Vasco de Administración Pública que se encarga exclusivamente de analizar las necesidades formativas de su personal, y posteriormente diseñar planes formativos. Además, desde el 2022 el indicado Instituto está impulsando un Plan para la gestión integral del conocimiento que se desplegará en la legislatura que estamos ahora iniciando.
Este plan consiste en impulsar la formación durante toda la trayectoria profesional del personal público. Así, se impulsa una formación guiada desde el acceso al empleo público hasta la jubilación del personal, creando itinerarios formativos para toda la carrera profesional. Este plan responde a la decidida apuesta por la formación continua que entendemos, como usted, imprescindible para prestar un servicio público de calidad.
Gracias por participar en Irekia
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8 de agosto de 2024
Hola Tracelco,
No queda claro si con "instituciones" te refieres nada más a entidades gubernamentales o también a compañías privadas (incluidas las ETTs y demás empresas fantasma), pues cada categoría conlleva su propia problemática.
Las OPEs son conocidas por sus irregularidades, falta de transparencia, retrasos y naturaleza banal de los exámenes. Pero aspirar a un empleo en el gobierno refleja una actitud retrógrada que solo empeora el actual exceso burocrático y el estancamiento de la persona, por lo que no me interesa ahondar en esta categoría.
Respecto a ETTs y compañías privadas, la mayoría de la población todavía no se entera de que muchas vacantes anunciadas son ficticias. La gente pierde su valioso tiempo postulándose y enviando sus datos personales a empresas fantasma o intermediarios farsantes que posteriormente desechan o venden dicha información.
Además en España es muy habitual requerir (es decir, con carácter de indispensable) que el candidato tenga un significativo porcentaje de discapacidad y/o un rango de edad que para la profesión en cuestión resulta muy poco realista. Tales requisitos apuntan a que realmente lo que la empresa pretende mediante estos "puestos de trabajo" es conseguir alguna subvención o prerrogativas por parte del gobierno. Este es otro ejemplo de cómo el intervencionismo del gobierno distorsiona el mercado laboral y la economía en general.
Al no tratarse de puestos genuinos, obviamente la formación del candidato resulta irrelevante en estos escenarios.
Por último, otro factor a evaluar es si de verdad el candidato tiene una buena formación o simplemente tomó una multitud de cursos inútiles. La realidad es que la formación en España deja mucho que desear incluso en entornos universitarios. En el ámbito autonómico, Lanbide está plagado de cursos fraudulentos o dirigidos a gente mediocre o casi analfabeta, cursos que en nada mejoran la competitividad del individuo en un mundo cada vez más exigente y automatizado.