Declaración Institucional aprobada por el Consejo de Gobierno con motivo del 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Consejo de Gobierno 05-12-2023)
El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de la ONU adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH). En su 75 aniversario actualizamos y renovamos nuestro compromiso con los Derechos Humanos. Y hacemos causa común con la campaña de la ONU que llama a la participación de municipios, ciudades, parlamentos y gobiernos.
Afirmamos, de conformidad con el preámbulo de la DUDH, que “la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”. Recordamos que su artículo primero establece un sistema de derechos que es universal y sin discriminación: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.
En este 75 aniversario queremos revalidar nuestro compromiso con una cultura de todos los derechos humanos para todas las personas. Denunciamos las enormes desigualdades que impiden a cientos de millones de personas acceder a sus derechos más elementales, tales como la alimentación, el agua, la vivienda o la educación. Igualmente denunciamos la situación de las personas que viven bajo regímenes que no respetan los principios de igualdad y no discriminación, así como las más fundamentales condiciones de libertad. Los conflictos armados suponen uno de los mayores obstáculos para el disfrute de los derechos humanos, especialmente cuando se atacan objetivos civiles, como sucede en lugares como Ucrania y Palestina, por poner dos ejemplos de actualidad.
El reto del cambio climático presenta asimismo desafíos nuevos de una dimensión sin precedentes. Los compromisos de mitigación y adaptación son claves para evitar sufrimientos masivos que vulneran los derechos humanos. Recordamos que la Asamblea General ha reconocido el derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible como un derecho humano.
En nuestro país, los derechos humanos y la promesa de igualdad y justicia que conllevan son una empresa nunca terminada que requiere de permanente atención y acción para profundizar en los derechos laborales, la igualdad, el fin de violencia de género o el acceso universal a la vivienda y al trabajo digno, por citar solo algunos derechos. En nuestra sociedad hay grupos especialmente vulnerables a los que debemos prestar atención adicional como, entre otros, las personas con discapacidad, las personas migrantes o las personas en riesgo de exclusión. Euskadi plantea, además, retos específicos como, por ejemplo, los asociados a la memoria de la violencia de naturaleza política vivida o a las necesidades específicas de protección y promoción de la diversidad lingüística.
Recordamos que el artículo primero de la DUDH apunta a una cultura de los derechos humanos que es activa e incluye exigencias tanto a las instituciones públicas como a cada una de las personas que, dotadas “como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. Esta idea de que los derechos humanos nos interpelan y de que implican también el compromiso ciudadano, la responsabilidad cívica y la solidaridad interpersonal, se reitera al final de la DUDH: “Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad”. Por eso nos adherimos e invitamos a la sociedad a sumarse a la campaña de la ONU I commit (yo me comprometo): haré de los principios de la Declaración Universal una realidad en mi vida diaria.
