Aprobado el VI Plan de Adicciones de la C.A.P.V 2011-2015 (Acuerdo del Consejo de Gobierno del 13-12-2011)
Acuerdo por el que se aprueba el VI Plan de Adicciones de la Comunidad Autónoma del País Vasco 2011-2015
EL VI Plan de Adicciones de la C.A.P.V 2011-2015 es un plan transversal e integrador orientado a ampliar y mejorar las intervenciones que hasta ahora se venían realizando en materia de drogodependencias.
Como principal novedad hay que destacar que incorpora como sujeto de las intervenciones a las adicciones sin sustancia, fundamentalmente la ludopatía, que presentan una relevancia social considerable. Asimismo se refuerza la necesidad de actuar de forma preventiva teniendo en cuenta los riesgos y daños de personas y grupos especialmente vulnerables y en riesgo de exclusión social.
Los últimos estudios reflejan heterogeneidad del colectivo de personas adictas. En el pasado, el principal problema fue el alcohol, en los setenta se sumó el consumo de heroína, y a este se ha añadido el de la cocaína, por lo que actualmente se puede hablar de policonsumos. Hoy en día, entre los pacientes cada vez hay más patología dual y el uso de las anfetaminas y el cánnabis siguen creciendo dentro de las demandas de tratamiento. El plan recoge la preocupación por el descenso de la edad de inicio en el consumo de alcohol y en la necesidad de seguir potenciando las políticas destinadas a la reducción del consumo de tabaco. Además se constata el aumento moderado de consumo vinculado al ocio lo que puede suponer un peligro de inicio en futuros consumos problemáticos.
El VI Plan de Adicciones mantiene su atención hacia los colectivos tradicionalmente atendidos en los Planes de Drogodependencias anteriores a través de la Prevención Universal en colectivos como la infancia, juventud, alumnado, pero avanza hacia colectivos en situación de una mayor vulnerabilidad a los que se aplicarán los programas de prevención selectiva o indicada porque es en ellos donde se producen la mayor parte de los problemas asociados a las adicciones.
El Plan se asienta en tres estrategias básicas: el control de oferta, la reducción de la demanda y el apoyo a profesionales. A partir de ellas se diseña una amplia batería de intervenciones que, organizadas en 25 programas surgidos abarcan desde la prevención a personas antes de iniciarse en el uso, hasta la atención a las personas cuya adicción les ha conducido a estadios de alta exclusión social.