El 48% de las personas mayores y el 100% de las personas jóvenes dicen haberse sentido discriminadas por razón de su edad
- Es una de las conclusiones del programa de participación público-social con las personas mayores Agenda Nagusi, que en 2022 se centra en el edadismo
- Se han desarrollado 11 foros intergeneracionales de reflexión y debate en los que han participado más de 300 personas de diferentes perfiles
- Beatriz Artolazabal: “Queremos construir una nueva narrativa en lo tocante a la edad. Un nuevo relato apartado de paternalismos, sensacionalismo o estereotipos limitantes”
Bilbao, 01/12/2022
La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, ha hecho públicas hoy en Bilbao las conclusiones de la Agenda Nagusi, un programa de participación público-social con las personas mayores que dedica su presente edición al edadismo.
Tal y como ha recordado la consejera, el edadismo es “una forma de discriminación que, en base a la edad, categoriza y divide a las personas por atributos que les ocasionan daño, desventaja o injusticia, al tiempo que menoscaban la solidaridad intergeneracional”. En cifras, un 48% de las personas mayores que han participado en el programa afirman haberse sentido discriminadas en alguna ocasión debido a su edad, mientras que el 100% de las personas jóvenes participantes ha respondido afirmativamente a la misma pregunta.
Bajo el lema El brillo de mis ojos no tiene edad, no lo apagues, la Agenda Nagusi, orientada a afianzar la cultura de la participación y la gobernanza colaborativa en Euskadi, ha desarrollado a lo largo de 2022 diez foros intergeneracionales de debate y reflexión, al que hoy se ha sumado el undécimo y último.
Han participado en estos encuentros más de 300 personas de diferentes perfiles: jóvenes y mayores; profesionales de los medios de comunicación y de otros sectores económicos y sociales; mujeres del medio rural de Araba; representantes del Tercer Sector Social o personas provenientes del ámbito de la empresa privada. El objetivo, ha explicado Artolazabal, ha sido llevar a cabo “un proceso de reflexión conjunta para reconocer, analizar y combatir los estereotipos, los prejuicios y la discriminación de las personas en función de su edad”.
La coordinadora de Agenda Nagusi, Beatriz Gázquez, se ha adentrado en su intervención en algunos de los estereotipos que han salido a la luz en los diferentes foros realizados. Así, por ejemplo, las personas jóvenes asocian la vejez con la “fragilidad, la enfermedad o el cuidado”. Perciben a las personas mayores como “serias, conservadoras, tradicionales o aburridas”, aunque también “con más experiencia y conocimiento”. Destacan asimismo que las personas mayores tienen “más capacidad de sacrificio”, aunque les acusan de “contar batallitas” y de ser “más torpes con la tecnología”. Por su parte, las personas mayores perciben a las y los jóvenes como “más egoístas e individualistas”, además de “despreocupados, pasotas y más irresponsables”. Están, sostienen, “todo el día colgados del móvil y las redes sociales”. De forma paralela, consideran que las personas jóvenes están “más formadas, manejan mejor la tecnología” y son “más alegres”.
Los foros de debate y reflexión han perseguido un doble objetivo. Por un lado, reflexionar en torno a los valores que imperan en el modelo de sociedad actual y en cómo afectan a las diferentes generaciones. Y, por otro, tratar de identificar lo que Gázquez ha definido como “casuísticas”; situaciones de discriminación por razones de edad que puedan darse en Euskadi en ámbitos como el laboral, el doméstico, el social, el económico, el sanitario o el vinculado a la imagen y los medios de comunicación.
Como en ediciones anteriores del programa Agenda Nagusi, el departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales traducirá las aportaciones recogidas durante el proceso en acciones e iniciativas encaminadas a la lucha contra el edadismo. La más inmediata de ellas es la campaña de sensibilización puesta en marcha hoy mismo en medios de comunicación y redes sociales, que, tal y como ha expuesto la consejera, “ilustrará y ejemplificará las ideas, prejuicios y estereotipos existentes en torno a la edad”. En este sentido, Artolazabal ha insistido en que “una de las principales características del envejecimiento es la heterogeneidad. Este sector poblacional engloba a personas de diferentes generaciones, de diferente género y de diferente condición que han vivido circunstancias históricas y socioculturales muy diversas. Sabemos, además, que cada uno de nosotros envejece de un modo y a un ritmo diferente, en base a factores determinantes de carácter tanto interno como externo. Sin embargo, y a pesar de esta evidente diversidad, se tiende a uniformizar la vejez”, ha reflexionado.
“Ya no tengo edad para esto”
Tanto Artolazabal como Gázquez han aludido a la “discriminación autoinfligida”, la exclusión a la que la propia persona mayor se condena a sí misma con pensamientos o afirmaciones como: “Yo ya no tengo edad para…”. Precisamente, entre las propuestas derivadas del proceso participativo Agenda Nagusi 2022 se encuentra la elaboración de un “catálogo o diccionario edadista”. Una recopilación de expresiones, muy presentes en las conversaciones cotidianas, que “representan, perpetúan y refuerzan el edadismo”, y que deben por tanto ser desterradas al “cementerio de las frases edadistas”. De los foros de debate y reflexión realizados han salido reveladores ejemplos como “De joven ha tenido que ser muy guapa/guapo”, “Que bien te conservas para tu edad”, “Eres demasiado mayor/joven para…” o “Hay que respetar a los abuelitos”.
El objetivo de la Agenda Nagusi 2022 es, en palabras de Beatriz Artolazabal, “construir una nueva narrativa en lo tocante a la edad. Un nuevo relato apartado de paternalismos, sensacionalismo o estereotipos limitantes”, además de “diseñar, de forma colaborativa, iniciativas que nos ayuden a combatir el edadismo y contribuyan a sensibilizar a la sociedad sobre lo imperativo de no apagar el brillo de ninguna mirada”.
Las personas participantes en los diferentes foros de reflexión han destacado el papel fundamental que los medios de comunicación juegan en el diseño de ese nuevo relato. En este sentido, dar forma a “un discurso mediático más equilibrado, que refleje la realidad diversa de las personas mayores” debe ser, ha añadido la consejera, “una labor compartida”.
El encuentro, que ha incluido un último foro de debate y reflexión, ha sido clausurado por la directora de Servicios Sociales, Marian Olabarrieta.