
“La prevalencia de lo que nos une frente a lo que nos divide se configura como el motor de transformación social más valioso con que contamos”
- El Lehendakari clausura el curso de verano “La Agenda 2030, un nuevo contrato social”
- La Agenda 2030 es una referencia universal para un mundo más sostenible y solidario, una oportunidad para promover una cultura de contrato social
- El Lehendakari ha sugerido que ese contrato ciudadano se alinee con el documento “Nuestra Agenda Común” de Naciones Unidas
- Ha propuesto que la perspectiva de las personas jóvenes represente la centralidad del nuevo Contrato Social Agenda 2030 Euskadi
- Implica crear condiciones para que “las personas jóvenes puedan desarrollar con autonomía sus proyectos de vida, emancipación y construcción de familia”
El Lehendakari ha clausurado este mediodía el curso de verano de la UPV/EHU “La Agenda 2030, un nuevo contrato social”, que se está celebrando estos días en el Palacio Miramar, organizado por la Secretaría General de Transición y Agenda 2030 del Gobierno Vasco y la UPV/EHU. Este curso ha sido, durante dos días, la ocasión de analizar las dificultades, retos y oportunidades para el impulso de la Agenda 2030 como eje de una cultura de contrato social.
Ha resaltado la importancia de la Agenda 2030: “es una referencia universal para un mundo más sostenible y solidario. Es una oportunidad promover una cultura de contrato social, de mentalidad de equipo, de actualización y adecuación de la filosofía Auzolana”. Y ha subrayado que, precisamente, “las sociedades más prósperas son las más integradas y cohesionadas, aquellas que comparten un contrato social de principios, valores y prioridades básicas. En la actual encrucijada global esta es una necesidad de mayor relevancia”.
Iñigo Urkullu ha recordado que el 29 de junio de 2021 el Consejo de Gobierno aprobó el Programa Vasco de Prioridades de la Agenda 2030, el plan de actuación del Gobierno Vasco en materia de Objetivos de Dedsarrollo Sostenible. La idea de promover un nuevo contrato social en torno a la Agenda 2030 aparece de modo muy destacado en este documento estratégico. Está en el subtitulo del documento y forma parte de su misión: “contribuir a un Contrato Social Agenda 2030 Euskadi”.
Ha añadido que unos meses más tarde, el 10 de septiembre de ese mismo año, el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, hacía público el Informe denominado “Nuestra Agenda Común”, una propuesta de acción pensada para acelerar la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con dos ejes destacados, que el propio Guterres, formuló en los siguientes términos: “Es hora de volver a apostar por la solidaridad mundial y es hora de renovar el contrato social entre los Gobiernos y la población para restaurar la confianza y abrazar una concepción amplia de los derechos humanos”.
“Celebro esta confluencia de perspectivas —ha enfatizado el Lehendakari— entre el enfoque establecido por el Gobierno Vasco en su documento estratégico y el criterio definido por el Secretario General de Naciones Unidas en su Declaración “Nuestra Agenda Común”. El punto de confluencia está en el impulso de un nuevo Contrato Social en torno al Desarrollo Humano Sostenible”.
Efectivamente, “la Agenda 2030 puede ser la base y el núcleo de la renovación de nuestro contrato social”. La idea que desea promover el Gobierno Vasco como desarrollo de la filosofía de la Agenda 2030 implica el impulso de una cultura social y política de consenso y colaboración. Necesariamente, este consenso ha de configurarse “desde el diálogo y la participación, y debe construirse de forma dinámica a lo largo del tiempo”.
De cara a ese diálogo abierto en relación con la construcción de ese Contrato Social Agenda 2030 Euskadi”, ha planteado dos aportaciones. En primer lugar, que su configuración se alinee con el documento “Nuestra Agenda Común”, presentado por el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres. “Los nuevos desafíos —ha dicho— solo pueden afrontarse con una respuesta local y global, mediante un multilateralismo revitalizado y con las Naciones Unidas como referencia de unidad de todos nuestros esfuerzos”.
La segunda sugerencia que ha presentado propugna que la perspectiva joven represente la centralidad del nuevo contrato social. “El acuerdo intergeneracional es necesario para que las personas jóvenes encuentren condiciones favorables para desarrollar con autonomía sus proyectos de vida, emancipación y construcción de familia. La perspectiva joven de un “Contrato Social Agenda 2030 Euskadi”, implica atender y responder a sus principales necesidades en materia de formación, empleo y vivienda. Implica, así mismo, incorporar la mirada y la participación de las personas jóvenes al desarrollo de las tres transiciones que tenemos que abordar: tecnológico-digital; energético climática; social, sanitaria y demográfica. Se trata de tener en cuenta las repercusiones en las generaciones futuras de nuestras políticas actuales, así como de prevenir los grandes riesgos globales y responder con quienes serán los y las principales protagonistas de las próximas décadas.”
El Lehendakari ha querido precisar que cuando hablamos de un nuevo Contrato Social, nos referimos a “unas bases inscritas, sobrentendidas y compartidas en la conciencia personal y colectiva. Unas bases que se expresan en el desarrollo de la vida cotidiana tanto en el nivel ciudadano, cívico e individual como en el nivel político, institucional, educativo, empresarial o de las relaciones sociales”.
Ha reflexionado sobre la cultura de contrato social en nuestro país en las últimas décadas: “A pesar de las circunstancias tan poco propicias de los casi últimos cien años en nuestro País, la quiebra de la guerra, la dictadura, el terrorismo o la violencia no lograron hipotecar de modo definitivo la voluntad social mayoritaria de convivir y avanzar juntos. Hoy Euskadi construye una convivencia conciliada y está entre los Países más avanzados y con mejores cotas de cohesión social e índice de desarrollo humano. Esto ha sido posible gracias, entre otras cosas, a que, en una mayoría silenciosa de nuestra sociedad, ha primado una voluntad constructiva y cooperativa de entender la realidad presente, el futuro e, incluso, de entender la interpretación del pasado”.
Asimismo, se ha mostrado convencido de que “esta cosmovisión, el espacio compartido, la filosofía “auzolana”, la prevalencia de lo que nos une frente a lo que nos divide, se configura como el motor de transformación social más valioso con que contamos. No partimos, por tanto, de cero. Esta es la base. Ese contrato social ha existido en Euskadi. A pesar de su precariedad, de los ataques y de las gravísimas dificultades atravesadas, ha dado sus frutos y hoy podemos comprobarlo en nuestra realidad”.
A modo de resumen de este diagnóstico ha manifestado que “no tenemos una sociedad perfecta, sino manifiestamente mejorable; pero tenemos una base sólida para seguir progresando y para salir de la compleja situación actual en mejores condiciones y con mayor cohesión. Este es el objetivo por el que merece la pena contribuir a reforzar la cultura de contrato social en Euskadi y hacer más sólidos y amplios sus consensos”.
El Lehendakari ha concluido apostando “decididamente por un nuevo Contrato Social Agenda 2030 Euskadi, alineado con el impulso global de Naciones Unidas y centrado en la perspectiva de las personas jóvenes”.