El Gobierno Vasco adapta las cuantías de las Ayudas de Emergencia Social al incremento de precios del gas y la electricidad
- Duplica, además, la asignación a Cruz Roja para paliar la pobreza energética de las familias vulnerables que quedan fuera del sistema
- El año pasado, 63.276 personas se beneficiaron de las AES y se destinaron 5,7 millones a hacer frente a la ‘pobreza energética’
Vitoria-Gasteiz 23/12/2021
El Gobierno Vasco reforzará en 2022 las herramientas para hacer frente a la denominada pobreza energética. Lo hará a través de las Ayudas de Emergencia Social (AES), gracias a una adaptación de las cuantías a los nuevos precios, y también a través de Cruz Roja. Precisamente, el Gobierno Vasco firmó con esta entidad un convenio en 2015 para facilitar el pago de las facturas de luz, agua y gas a familias que atraviesan graves dificultades económicas y que no son beneficiarias de las Ayudas de Emergencia Social o de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI).
En 2022, el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales destinará 41,5 millones de euros a las AES y 800.000 euros más a financiar el convenio con Cruz Roja, que no solo sigue vigente, sino que se refuerza. Ante el incremento de precios de la electricidad, el gas y otros combustibles de uso doméstico, la asignación a Cruz Roja se ha duplicado este año y en las Ayudas de Emergencia Social se han modificado las cuantías anuales máximas a percibir por cada familia, pasando de 900 a 1.500 euros anuales.
“El incremento de precios puede provocar que haya más familias que no puedan hacer frente a las facturas, especialmente estos meses de frío y menos horas de luz natural”, ha declarado Lide Amilibia, viceconsejera de Políticas Sociales. “Con estas medidas pretendemos apoyar a las familias y personas más vulnerables, evitando que sufran cortes de suministro”, prosigue.
Ayudas de Emergencia Social
Las AES son ayudas económicas que se conceden a través de los servicios sociales de base (municipales) para cubrir gastos concretos ordinarios o extraordinarios de cara a prevenir, paliar o evitar situaciones de exclusión social. Estas prestaciones no son periódicas, se conceden ante necesidades concretas a personas o familias cuyos recursos resulten insuficientes para hacerles frente.
Desde 2017, el decreto que regula las Ayudas de Emergencia Social en el apartado dedicado a Gastos necesarios para el disfrute y mantenimiento de la vivienda o alojamiento habitual, establece un concepto específico para los gastos de energía -apartado 3-, que incluye los gastos de suministro eléctrico, de gas u otro tipo de combustible de uso doméstico.
“En 2020 y 2021, las AES han sido una eficaz y rápida herramienta para paliar los efectos colaterales de la pandemia en el ámbito social”, ha explicado Amilibia, recordando que la ampliación de la partida de las Ayudas de Emergencia Social fue una de las primeras decisiones que se adoptó durante el confinamiento.
En 2020 fueron 63.176 las personas beneficiarias de AES y se recibieron y atendieron 16.180 solicitudes para afrontar gastos energéticos: 10.821 en Bizkaia; 3.815 en Gipuzkoa y 1.544 en Araba.
En total, se destinaron 5,7 millones de euros a este fin: 3,7 millones en Bizkaia; 1,5 en Gipuzkoa, y 580.000 euros en Araba.
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