El Consejero Javier Hurtado incide en la importancia del entorno urbano en el impulso al comercio y la hostelería
-
“Las ciudades más amigables, con medidas de sostenibilidad y peatonalización contribuyen a mejorar los ingresos del comercio y la hostelería”
El Consejero de Turismo, Comercio y Consumo, Javier Hurtado, ha participado hoy en los encuentros del comercio organizados por la cadena SER con el lema “La experiencia cliente”, donde se ha analizado la estrategia de diferenciación para el impulso del comercio.
El Consejero ha recordado que nos encontramos ante un consumidor mucho más informado y permanentemente conectado, que reclama, no solo producto, sino un servicio generador de experiencias de compra y una oferta cada vez más personalizada. “El último informe de tendencias de Enfokamer, el Observatorio Vasco del Comercio, resalta que el 50% de los consumidores opinan que un objeto personalizado es un excelente regalo, a un 41% les gusta tener algo único y un 20% pagaría más por un artículo de estas características”.
Pero, además, los consumidores solicitan cada vez más un trato cercano y también personalizado, una experiencia. Y en ello, es importante que el entorno de la tienda física también acompañe. “Esto forma parte, además, de un movimiento cada vez más extendido hacia la reconquista del espacio público. Y yo soy un firme defensor de la necesidad de los espacios urbanos recuperados para las personas”.
Tal como ha explicado el Consejero, son numerosos los estudios que demuestran que las medidas de sostenibilidad y la peatonalización son claves para aumentar los ingresos del comercio y la hostelería. Y esto afecta por igual, según estos mismos estudios, al centro que a la periferia de las ciudades. Además, también ha quedado probada la necesaria relación del comercio y la hostelería, ya que los comercios resultan más rentables allí donde hay negocios de restauración, bares y restaurantes.
“Las calles peatonales, entre otras medidas, pueden transformar la experiencia de compra de una orientada a metas, es decir conducir hasta el destino, comprar e irse, a otra orientada a la experiencia como dar un paseo, tomar un café, charlar con amigos. Esta segunda opción, totalmente relacionada con las ciudades más amigables, mejora notablemente la vitalidad urbana y con ello el comercio local”.