Un estudio becado por Emakunde constata la persistencia de desigualdades de género en los campos de la Matemática y la Física
- El trato diferente, los sesgos de género para reconocer el mérito, la invisibilidad… son algunos de los factores que contribuyen a generar en las mujeres sentimientos de “no pertenencia” a estos ámbitos.
- En el curso 2018/19 el personal de la Facultad de Ciencia y Tecnología e la UPV/EHU contaba con un 38,9% de mujeres en el área de Matemáticas y un 29.2 % en el área de Física
Emakunde/Instituto Vasco de la Mujer ha publicado el estudio "Análisis de los fenómenos que contribuyen a perpetuar, o modificar, la discriminación de las mujeres en los campos de las matemáticas y la física”, fruto de la beca a trabajos de investigación en Igualdad de Mujeres y Hombres que el Instituto otorga cada año. La presentación se ha llevado a cabo en el Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia.
Se trata de un estudio cuyo objetivo ha sido identificar los mecanismos que contribuyen a perpetuar la discriminación de las mujeres en el mundo de la investigación científica y proponer algunas medidas adecuadas para poder aumentar el número de mujeres en los campos de las matemáticas y de la física, para conseguir un equilibrio de género en ambos.
Según constata el estudio, el número de mujeres que se dedican a la investigación en las matemáticas y la física es netamente inferior al de los hombres que se dedican a estas disciplinas, y en ambos casos sobresalen incuestionablemente con respecto a la situación de las otras disciplinas científicas —como la biología, la química, la genética, las ciencias de la tierra, etc.—. En el curso 2018/19 el personal de la Facultad de Ciencia y Tecnología e la UPV/EHU contaba con un 38,9% de mujeres en el área de Matemáticas y un 29,2 % en el área de Física. Esta exigua presencia resulta ser el resultado de complejos factores históricos, sociales, psicológicos, políticos y culturales, y afecta a las mujeres en los procesos de evaluación y a su promoción. En muchos casos, algunos de los principios y valores en los que se basa el sistema académico no resultan neutrales con respecto al género.
Según el estudio, el trato diferente que las mujeres reciben por ser mujeres, los sesgos de género relativos al reconocimiento del mérito, la devaluación y la invisibilidad, el acoso sexual, el lenguaje inapropiado y en general el entorno de discriminación, todo ello , contribuye a generar en las mujeres sentimientos de “no pertenencia”, es decir, no sentirse parte del grupo, no considerar el lugar de trabajo un ambiente de bienvenida, no sentirse relajadas o cómodas. Además, la conciliación laboral y familiar, y los problemas con ella relacionados, representan, también un aspecto que repercute en la discriminación, llevando a las mujeres en muchos casos a tener que decidir si avanzar en la trayectoria profesional o dedicarse en mayor medida a la familia.
El trabajo acaba con una larga selección de propuestas como analizar en detalle la influencia del género en la selección del personal y en los procesos de evaluación o crear una oficina en el ámbito universitario a la que tanto el alumnado como el personal docente e investigador pueda acudir si surgen problemas relacionados con acoso sexual, laboral, o de discriminación. Considera también importante y necesario ampliar la visión que se tiene sobre la profesión de ser matemática/o y física/o, y confrontar los elementos simbólicos propios de los estereotipos con la actividad real de las mujeres y los hombres que se dedican a estos campos.