Un retoño del árbol de Gernika crece en Lehendakaritza

• El Lehendakari, Iñigo Urkullu, ha recibido de la Presidenta de las Juntas Generales, Ana Otadui, el certificado de autenticidad del retoño

El Lehendakari Iñigo Urkullu, acompañado de las y los consejeros del Gobierno Vasco, ha recibido de manos de la Presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui, el certificado de Retoño Árbol de Gernika del roble plantado ante la fachada principal de la sede de Lehendakaritza, en Vitoria-Gasteiz.

En este acto simbólico, el Lehendakari, Iñigo Urkullu, ha asegurado que el árbol de Gernika plantado en Lehendakaritza recordará, día tras día, que es cometido del Gobierno Vasco velar por la defensa y el respeto de los derechos humanos, el medio ambiente, la educación, la cultura de paz y la pedagogía para la convivencia. Siguiendo la línea de estos valores, el Lehendakari se ha sumado a tres conmemoraciones internacionales celebradas esta semana: 75 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, el Día Mundial por la Reducción de Emisiones de CO2 y el Día Escolar de la No Violencia y la Paz.

La Presidenta de Juntas Generales de Bizkaia, por su parte, ha afirmado que el árbol de Gernika tiene un significado especial para todos los vascos, al margen de sensibilidades políticas. Esto así, ha hecho un llamamiento a la colaboración de todas las instituciones y al diálogo entre diferentes para sacar este país adelante. Ana Otadui ha concluido su intervención expresando el deseo de que “el retoño plantado en Lehendakaritza muestre que un pueblo con una personalidad arraigada da frutos de libertad, igualdad, progreso y paz”.

Tras terminar sus palabras, la presidenta de Juntas Generales de Bizkaia ha hecho entrega al Lehendakari Urkullu el certificado que garantiza la autenticidad del retoño foral.

El esqueje del Árbol de Gernika que crece en Lehendakaritza se une así al cerca de medio millar de retoños que desde el siglo XIX se han plantado en lugares de los cinco continentes. Gasteiz se suma a la larga lista de localidades que cuentan con su propio árbol descendiente del roble de Gernika: Gotemburgo, Padrón, Laudio, Pforzeim, Sidney, Auschwitz o Washington.