Euskadi se ha comprometido a ayudar al Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia de Naciones Unidas
El delegado en Euskadi en Estados Unidos, Jorge Fernández Quintela, participó en el acto CERF High-Level Pledging Event: “A Fund for all by all”, organizado por la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, en sus siglas en inglés) en Nueva York el 9 de diciembre. Este año, por vez primera, la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo (AVCD) –entidad encargada de llevar a cabo la política humanitaria del Gobierno vasco– ha realizado una aportación de 100.000 euros al Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencias de Naciones Unidas (CERF, por sus siglas en inglés). El Gobierno vasco se ha comprometido a mantener al menos esa cantidad en 2020.
Euskadi y Flandes fueron los únicos gobiernos subestatales en intervenir en el acto junto a todos los estados miembros de las Naciones Unidas. Además, el Secretario General de las Naciones Unidas António Guterres destacó los logros obtenidos gracias al fondo y los compromisos de cara al 2020. Uno de los principales retos del año que viene será llegar al billón de dólares para hacer frente a las necesidades humanitarias que han aumentado en todo el mundo. Gracias al fondo, no solo se mejora la capacidad para salvar vidas, sino también la responsabilidad compartida entre los donantes.
Dar una respuesta inmediata
Una de las apuestas de la nueva Estrategia de Acción Humanitaria 2018-2023 de la AVCD es asegurar una respuesta inmediata a las emergencias; por ello, se decidió realizar aportes económicos a llamamientos internacionales o a fondos globales.
La Asamblea General de las Naciones Unidas creó el CERF en 2016 para dar una respuesta inmediata a catástrofes naturales en países empobrecidos o a crisis humanitarias creadas por conflictos. Las aportaciones se obtienen de estados miembros de las Naciones Unidas, de regiones de todo el mundo y de donantes privados, y el objetivo principal es dar una respuesta inmediata para reducir la pérdida de vidas, mejorar la capacidad para responder cuando el tiempo es un factor crítico, y fortalecer la respuesta humanitaria en situaciones con poca financiación.
Desde que se creó, el fondo ha intervenido en 104 países. En 2019 intervino en conflictos y situaciones de violencia internas, en brotes de Ébola o cólera, y en emergencias relacionadas con el clima en 44 países.