
El Gobierno Vasco ha presentado en Madrid el número 31 de la Colección Urazandi "La Congregación de San Ignacio"
El pasado jueves por la tarde el Gobierno Vasco ha presentado en la euskal etxea de Madrid el volumen 31 de la Colección Urazandi, La Congregación de San Ignacio. El asociacionismo vasco en Madrid en el umbral del siglo XX. El acto de presentación se ha realizado de la mano del director para la Comunidad Vasca en el Exterior Gorka Álvarez Aranburu y han intervenido, en un salón de actos de la euskal etxea repleto de público, la autora del libro, Estíbaliz Ruiz de Azúa y Martínez de Ezquerecocha, la catedrática Mª Victoria López Cordón, el presidente de la Congregación de San Ignacio José Manuel Cajigas y el delegado en Corte de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País (RSBAP) Iñigo López de Uralde.
Ha dado inicio al acto el presidente de la euskal etxea de Madrid Julio Elejalde, que ha agradecido al Gobierno Vasco la edición de este libro. Después ha tomado la palabra el director para la Comunidad Vasca en el Exterior Gorka Álvarez Aranburu. El director ha glosado la trayectoria académica de Estíbaliz Ruiz de Azúa y los fundamentos del libro.
Una organización plural y abierta al mundo
Gorka Álvarez Aranburu ha aprovechado la ocasión para denunciar el ataque que la euskal etxea de Madrid sufrió el pasado 24 de mayo. Ese día en la euskal etxea de Madrid aparecieron pintadas falangistas, obra de las juventudes de Falange Española: El yugo y las flechas (el símbolo de Falange) y el dibujo de la silueta de un cuerpo con un tiro en la cabeza, junto al mensaje “fuera ETA”.
Gorka Álvarez Aranburu ha señalado que tanto la sociedad vasca como la euskal etxea de Madrid son comunidades plurales y abiertas al mundo, pero que al mismo tiempo quieren vivir en libertad su cultura e identidad, “parece que hay algunos a quienes no les gusta nada eso”, ha precisado Álvarez Aranburu, para rememorar a continuación el mensaje de solidaridad enviado por el Lehendakari Iñigo Urkullu a la euskal etxea de Madrid tras el ataque.
En sus intervenciones todos los integrantes de la mesa han alabado el trabajo realizado por Estíbaliz Ruiz de Azúa a favor de la comunidad vasca de Madrid, al investigar su presencia histórica. De hecho, la catedrática María Victoria López Cordón ―donostiarra que vive en Madrid― hacía la siguiente observación: “No sólo para conocer la historia de los vascos en Madrid en el siglo XIX, sino que para investigar la propia historia del Madrid del siglo XIX, es necesario leer este libro”, indicaba López Cordón.
Presentes en todos los ámbitos
Porque a lo largo de la Historia la gente vasca ha impulsado en Madrid iniciativas en prácticamente todos los campos: la banca, las finanzas y el comercio; la caridad y los servicios sociales; el mundo eclesiástico; la construcción, la arquitectura, la industria y el transporte; la política, la administración y la milicia; las bellas artes, la creación literaria o la universidad. En todos estos ámbitos los vascos han sido promotores, innovadores o se han hecho notar.
En este libro la autora, Estíbaliz Ruiz de Azúa y Martínez de Ezquerecocha, repasa la historia de la Real Congregación de Naturales y Originarios de las tres Provincias Vascongadas (“Congregación de San Ignacio”) en el siglo XIX, que es tanto como decir el periodo histórico de despegue y desarrollo de la decisiva presencia vasca en la capital del Estado español moderno.
Modernidad
Precisamente la modernidad es un claro signo distintivo de la Congregación de San Ignacio, ya que se constituirá, por un lado, al modo de lo que hoy entenderíamos como un “lobby” o “grupo de interés” en el centro del poder político y económico: la Villa y Corte de Madrid; pero por otro lado ―y esto no es menos importante desde un punto de vista histórico y sociológico― también como una sociedad de ayuda mutua, dispensadora de servicios sociales para la población vasca desvalida que vivía en Madrid.
La Real Congregación de Naturales y Originarios de las tres Provincias Vascongadas (“Congregación de San Ignacio”) fue fundada en 1715 bajo la advocación de Ignacio de Loyola, el Santo de Azpeitia. La Real Congregación continua activa a día de hoy, después de más de trescientos años desde su fundación.
La versión digital de este libro está accesible aquí.